Cuando nosotros tecleamos en nuestro dispositivo una dirección web le estamos pidiendo al servidor que aloja esa página que nos la envíe. Para enviárnosla a nuestro navegador este servidor recopila la información de la página y entonces nos la manda. Esta información está alojada normalmente en una base de datos en ese servidor.
Una base de datos se asemeja a una cajonera y en cada cajón guardamos los contenidos de cada una de las páginas que tenemos. El servidor, cuando le solicitamos la página, busca en el cajón adecuado y nos manda la información.
En realidad, el gestor de contenidos es simplemente una herramienta que nos permite ordenar esos cajones, gestionando los contenidos que queremos mostrar a los visitantes.
¿Cómo se utiliza un gestor de contenidos?
Este gestor en realidad es una página o aplicación web que a la que se puede acceder con un usuario y una contraseña. Una vez dentro de la aplicación podremos acceder a las diferentes secciones y modificar los contenidos de nuestra página.
Por ejemplo, si en nuestra página tenemos una sección de noticias, podemos entrar en el gestor de contenidos, pinchamos en la sección de noticias y ahí tendremos espacio para introducir un titular, una imagen asociada, un contenido del texto, enlaces….